Investigación regional recoge 96 relatos de violencia en contra de mujeres periodistas

Amenazas al oficio

El estudio reveló que la violencia sigue afectando a las mujeres periodistas en Latam. Las colegas de Ecuador consideran que los ataques en su contra no solo ocurren en las redacciones, sino que tienen relación con el auge de la inseguridad y el crimen organizado.

11.08.2024

La violencia psicológica, los ataques verbales y el acoso sexual son las tres formas más predominantes de agresiones cometidas contra mujeres periodistas en América Latina y El Caribe. Este es uno de los hallazgos de la investigación ‘Medios sin violencias. La urgencia de políticas de abordaje y prevención’, que recopiló decenas de testimonios -la mayoría de mujeres- de 95 medios de 14 países de América Latina y El Caribe.

El estudio que fue impulsado por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, en articulación con  la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), y con el apoyo del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC) de UNESCO,  concluyó que la mayoría de casos de violencia contra las mujeres ocurren en el ámbito físico de trabajo (48%), seguido de los entornos digitales 27%. 

Otro hallazgo importante es que los agresores online (fuera de oficina) suman el 31,5% y están representados por políticos y actores gubernamentales, mientras que los principales agresores offline (dentro de las oficinas) son personas con cargos jerárquicos (49%), seguidos por colegas de igual rango, lo que representa el 27%. 

Estos datos concuerdan con una reciente denuncia en Argentina. En entrevista con Fundación Periodistas Sin Cadenas (FPSC), Belén Spinetta, integrante de la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y una de las investigadoras del estudio antes mencionado, comentó que a inicios de julio de 2024, 19 periodistas en Argentina presentaron una denuncia pública por casos de acoso sexual ocurridos durante 20 años por el periodista Pedro Brieger. 

Las periodistas cuentan que las agresiones que sufrieron por parte de  Brieger son de diferentes magnitudes, pero en la mayoría de los casos, truncaron sus carreras profesionales porque decidieron renunciar a sus trabajos o porque evitaban cubrir ciertos temas para no cruzarse con él (…) Por eso es importante contar con protocolos de abordaje porque cuando surgen estas situaciones de violencias, (las mujeres) no se sabe cómo actuar”, explicó.

Otro dato revelador del estudio citado por Spinetta es que solo el 28% de las periodistas víctimas de violencia presentaron denuncias. El temor a la revictimización y a recibir represalias explicaría este bajo porcentaje. Además, en el 54,5% de casos, los agresores no fueron sancionados y en el 41,5% de casos, las víctimas fueron despedidas, amenazadas o se les exigió la renuncia. 

Más allá de la violencia

El estudio también analizó si los medios de comunicación en la región contaban con protocolos específicos para el abordaje de violencia en contra de las mujeres periodistas y si existían áreas específicas para tratar este problema. Solo el 18.5% confirmó tener áreas especializadas para el tratamiento de la violencia y el 57% de los medios analizados no tenía protocolos para tratar la violencia de género. 

Sandra Chaher, presidenta de la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad y coordinadora de la investigación, reconoce la importancia de contar con un protocolo en contra de la violencia, pero asegura que el cambio debe ser más estructural. “El protocolo es una herramienta más, pero no es la única. El protocolo tiene que estar en el marco de una cultura organizacional democrática y de un compromiso fuerte de la organización y eso implica un compromiso relevante de las áreas directivas”, puntualiza. 

Chaher menciona la importancia de socializar los protocolos entre los periodistas y empleados de una redacción. De hecho, la investigación detectó que los grandes medios que cuentan con un protocolo no lo comparten con sus pares. Hay otros medios más pequeños que no cuentan con el instrumento y una de las recomendaciones del estudio es la creación de alianzas entre medios más para coproducir protocolos de prevención. 

De hecho, el estudio ‘Medios sin violencias. La urgencia de políticas de abordaje y prevención’ no solo presentó en un diagnóstico de la situación de violencia hacia mujeres periodistas en América Latina y El Caribe, sino que construyó un protocolo marco regional, con apoyo de abogadas expertas y de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas, la Fundación Periodistas Sin Cadenas, para que sirva de referencia a las redacciones Latam que deseen tomarlo como base para armar sus propios protocolos. 

¿Qué pasa en Ecuador?

Si bien la investigación analiza varios tipos de violencia que ocurren en el quehacer periodístico, en el caso de Ecuador, la  violencia no tiene que ver solamente con lo que sucede dentro de un medio de comunicación, sino que hay factores coyunturales como la inseguridad que, según las mujeres entrevistadas, afectan el trabajo periodístico. 

“Ejercer el periodismo en este contexto tan violento realmente es un desafío, te cuestionas si hacer tu trabajo pone en riesgo tu vida y la de los tuyos. Yo soy madre, tengo dos hijas, y eso me frena un montón, porque he vivido el riesgo real de morir, de ser atacada en mi lugar de trabajo. No hay garantías suficientes para trabajar. Nuestro Estado pudo hacer poco por detener la infiltración del crimen organizado”, es uno de los testimonios entregados por una editora de TC Televisión. 

Una mujer directiva de este mismo canal, en cambio, se refirió a las pocas herramientas y a la falta de un protocolo con los que se cuenta para frenar la inseguridad y la violencia de género. “Teníamos un protocolo de emergencia en caso de sismos, uno para incendios, pero no había, no hay todavía, un protocolo en caso de ataque armado. Del mismo modo no hay una lista de procedimientos en caso de que haya un episodio de violencia de género. (…) Si yo estoy sufriendo violencia de género, me gustaría tener un respaldo legal de parte del medio. Eso ni siquiera en este caso del ataque armado lo hemos tenido. Hay un abogado del canal y un doctor del canal, pero son muy generalistas Entonces quizás se puede percibir que están defendiendo los intereses institucionales y no de las personas en particular”.

Según datos de la Fundación Periodistas Sin Cadenas, entre enero de 2022 y julio 2024, se contabilizan 168 agresiones a periodistas mujeres, y en los dos últimos años, 8 mujeres se han exiliado. 

Con este panorama, la FPSC elaboró una guía práctica sobre cómo las mujeres periodistas debemos hacer reportería con enfoque de género, seguridad y protección en Ecuador. El documento es de libre acceso. 





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María Fernanda Almeida