La violencia y la precariedad laboral ahogaron al gremio periodístico en 2024

05.05.2025

La violencia, la delincuencia y la presencia de grupos criminales impactaron directamente en el oficio periodístico en 2024. En ese año, la Fundación Periodistas Sin Cadenas (FPSC) contabilizó 229 agresiones contra periodistas y medios de comunicación. Entre ellas, se contabilizan 14 amenazas de muerte, ocho asaltos, ocho atentados armados y nueve exilios.

En 2024, también se registró uno de los hechos más impactantes que ha golpeado al periodismo local: el ataque armado a TC Televisión. El 9 de enero de ese año, 13 supuestos miembros del grupo criminal Los Tiguerones irrumpieron en las instalaciones del canal, amenazando con armas a varios trabajadores durante un noticiero que se transmitía en vivo. Tras este ataque, el presidente Daniel Noboa emitió el Decreto Ejecutivo 111, en el que declaró la existencia de un conflicto armado interno en Ecuador y dispuso la movilización de las Fuerzas Armadas para «neutralizar» a los integrantes de los grupos identificados como terroristas por el Consejo de Seguridad. Hasta diciembre de 2024, el Presidente decretó ocho estados de excepción, dos de ellos desechados por la Corte Constitucional, que declaró inconstitucional la medida al considerar que no estaba debidamente fundamentada la existencia de tal conflicto armado interno.

La militarización ha dado sus frutos, según el discurso del Gobierno, pues en 2024 hubo una reducción en el número de homicidios en Ecuador. La Policía Nacional reporta que esta cifra pasó de 8.237 en 2023, que fue el año más violento en la historia del país, a 6.964 en 2024. Esto significó una reducción del 15% entre ambos años. Pero aun así, 2024 fue el segundo año más violento en el país.

Los resultados positivos quedan a la vista en la tasa de homicidios, que pasó de 46,18 por cada 100.000 habitantes en 2023, a 38,76 en 2024. Esta disminución se dio sobre todo en la segunda quincena de enero y en febrero de 2024, pero no se sostuvo. A partir de marzo, las cifras volvieron a dispararse. Por ejemplo, solo en agosto de 2024, hubo 617 homicidios, 16 más que en el mismo mes de 2023 y diciembre fue el mes más violento del 2024, con 688 homicidios intencionales.

Es así como, Ecuador se mantuvo en 2024 como el país más violento de Latinoamérica, como reportó InSight Crime, con una tasa por encima de las registradas en Venezuela, Colombia, Honduras, Brasil y México.

Una experta en temas de seguridad, que fue entrevistada para este informe, y prefirió no ser identificada, asegura que un medidor que retrata lo que ocurre en el país es el Índice de Paz Global 2024 del Institute for Economics. Este índice ubica a Ecuador en el puesto 130 de 163 países, como una de las naciones con
mayor deterioro en el mundo, basándose en la medición de 23 indicadores relacionados con la polarización política, la seguridad, la militarización, la protección social, entre otros aspectos.

Para la especialista, este escenario de violencia ha tenido un impacto directo en la actividad periodística, pues asegura que no solo se pretende acallar a la prensa desde el Estado sino desde las organizaciones criminales a través de la transmisión de mensajes extorsivos en medios de comunicación. Además, le llama la atención el incremento de los exilios, especialmente aquellos que se producen fuera de Quito y Guayaquil, las ciudades más grandes del país. A su criterio, esta situación evidencia la necesidad de articular políticas públicas para proteger a los periodistas.

La Fundación Periodistas Sin Cadenas ha corroborado los efectos de la violencia sobre el periodismo a través de entrevistas, encuestas y grupos focales en los que han participado decenas de trabajadores de la prensa. En estos espacios han identificado a la violencia y a la inseguridad, proveniente principalmente del crimen organizado, como la principal amenaza al oficio en 2024.

Los periodistas aseguran que prefieren autocensurarse en las coberturas sobre crimen organizado, delitos ambientales y corrupción, por temor a sufrir represalias. Esta realidad ha creado desiertos informativos. La experta cree que la precarización laboral deja a los comunicadores en una situación de mayor vulnerabilidad frente a la criminalidad. Explica que hay un alto riesgo para los periodistas
con respecto a qué tipo de dinero reciben a través de pautas publicitarias, pues incluso podrían obtenerlo de negocios lícitos pero relacionados con bandas criminales y lavado de activos.

El Estado tampoco brindó la protección necesaria al oficio en 2024, pues el Ministerio de Economía y Finanzas negó la proforma presupuestaria para financiar el Mecanismo de Prevención y Protección al Trabajo Periodístico. El artículo 22 del Reglamento General a la Ley Orgánica de la Ley de Comunicación establece que el Consejo de Comunicación incluya anualmente los recursos necesarios para activar esta instancia de protección al periodismo.

Este informe nacional analizará los problemas estructurales que afectan al oficio, como la precariedad laboral y la violencia, y evaluaremos los nuevos desafíos que deberán afrontar los periodistas con miras al auge de las nuevas tecnologías. También resumirá algunos hechos importantes que marcaron al oficio en 2024, como el ataque armado a TC Televisión, la impunidad en el caso Nos Faltan 3 con la desclasificación de las tres actas secretas del caso, y la filtración masiva de chats que el excandidato presidencial Fernando Villavicencio mantenía con decenas de periodistas.

En este contexto de vulnerabilidades, atropello a los derechos humanos y retos para la sostenibilidad del oficio, el periodismo intenta sobrevivir y abrir espacios sanos para el debate y el fortalecimiento de la democracia ecuatoriana.

Revisa la radiografía del periodismo en Ecuador aquí.

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