Periodistas de Manabí refuerzan sus conocimientos en seguridad ante el temor a ser extorsionados y amenazados por los GDO
Los trabajadores de la prensa de la provincia costera ejercen el oficio con temor. La disputa de bandas por el territorio genera altos índices de violencia que impactan en el oficio. La FPSC visitó Portoviejo para capacitarlos en periodismo judicial y seguridad.
08.05.2025
Veinte y cuatro periodistas de los cantones de Chone, Jipijapa, Portoviejo y Manta, de la provincia de Manabí, asistieron el pasado 26 de abril a una jornada extensa de capacitación sobre periodismo judicial y seguridad física y digital. Los talleres que estuvieron a cargo de Dimitri Barreto y Galo Paguay, respectivamente, se desarrollaron en la ciudad de Portoviejo.
El temor a cubrir temas relacionados al crimen organizado así como a ser extorsionados por grupos criminales fueron las principales preocupaciones de los trabajadores de la prensa manabita, pues manifestaron que estos hechos han ocurrido con más frecuencia a partir del 2022.
Por ejemplo, una de las asistentes, quien prefirió no ser identificada para resguardar su seguridad, recibió un panfleto extorsivo en las instalaciones del medio de comunicación que dirige para exigirle una fuerte cantidad de dinero.
“Me dejaron una hoja pegada en la oficina, ahí decía: ‘sabemos quién eres tú y de ahora en adelante nos vas a tener que pagar 20.000 dólares mensuales. Atentamente: los GDO’ y aparecía el dibujo de dos metralletas cruzadas”, recuerda.
Tras esta amenaza, la periodista presentó una denuncia en la Fiscalía y solicitó protección policial. Sin embargo, tomó distancia del medio de comunicación. Cada tres meses iba a las instalaciones del medio, pero laboraba desde su casa por temas de seguridad cada tres meses. Además, dejó de cubrir temas de crónica roja por temor a sufrir algún atentado.
Otros trabajadores de medios han enfrentado amenazas de secuestro e intimidación y uno de ellos comentó que en una ocasión dejaron balas en la puerta de su casa para censurarlo.
En 2024, Manabí se convirtió en escenario de masacres, atentados y asesinatos de figuras públicas. Ese año, la provincia cerró con 867 muertes violentas de acuerdo a cifras oficiales. Según declaraciones de la Policía Nacional al medio Primicias, al menos el 93% de casos están relacionados con el narcotráfico.
En 2025, la situación no parece mejorar. Solo en enero se contabilizaron 123 muertes violentas, un aumento del 174% en comparación con el mismo mes de 2024, en el que hubo 38 casos.
Dimitri Barreto, periodista con mucha experiencia en la cobertura de temas judiciales, escuchó con atención la realidad local e inició el taller sobre periodismo judicial explicando a los asistentes la importancia de contar los efectos de la violencia más allá de las cifras y de centrar las coberturas solamente en los grupos criminales.
A su criterio no se trata solo de reportar el crimen, el asalto o la extorsión, es necesario identificar contextos, evidenciar los problemas de la ciudadanía como efectos colaterales de la violencia. También se refirió a la importancia de hacer un trabajo minucioso, equilibrado y bien contrastado.
Galo Paguay, tallerista de temas de seguridad de la Fundación Periodistas Sin Cadenas, en cambio insistió en la importancia de realizar mapas de riesgo frente a coberturas de riesgo, así como identificar a los actores que se puedan incomodar con el trabajo periodístico.
Paguay brindó algunas herramientas de protección antes, durante y después de una cobertura. Se refirió a la seguridad digital y a la importancia de bajar nuestro perfil en redes sociales como una forma de autoprotección.
Una periodista que colabora con varios medios de comunicación manabita reconoció que la capacitación en temas judiciales y de seguridad es fundamental por la crítica situación de la provincia. “Refuerzo mi teoría de que ninguna historia vale más que la vida. Creo que debo tener más cuidado, voy a bajar mi presencia en mi perfil de Twitter. Yo me manejo con cautela pero hay que tener mucho cuidado cuando nombras a los familiares de cabecillas de banda, ese es el punto débil de estas personas”, reconoce.
Otro periodista asegura que ejercer el oficio en la provincia resulta cada vez más complejo y por ello es fundamental capacitarse en medidas de protección. “En Manabí hay mucha presión, miedo y temor de parte de los comunicadores porque la mayoría de cantones están tomados por las bandas delincuenciales. Yo estaba caminando en Portoviejo y detrás mío asesinaron a un adolescente. La inseguridad es tremenda”, puntualizó.
Otro tema importante que preocupó a los trabajadores de la prensa durante la capacitación fue la salud mental. Muchos aseguraron que después de la cobertura del terremoto, que afectó a la provincia en 2016, han quedado con secuelas y traumas que nunca fueron tratados.
Les preocupa que su psiquis se vea nuevamente afectada tras enfrentarse a coberturas con altos niveles de violencia como las que deben cubrir en Manabí. Concuerdan en que una capacitación en salud mental les ayudaría a sortear con mayor entereza el panorama actual al que se enfrentan.
Esta es la octava capacitación que la Fundación Periodistas Sin Cadenas realiza entre 2024 y 2025 sobre periodismo judicial y seguridad física, gracias al apoyo del Centro de Ginebra para la Gobernanza del Sector de Seguridad (DCAF).
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