La ilegalidad ahoga a la prensa en Santa Elena

26.10.2023

Las mafias del narcotráfico han trastocado la vida de la provincia de Santa Elena y, como consecuencia, el ejercicio periodístico también ha sufrido un golpe letal. El incremento de hechos violentos como sicariatos, asaltos, secuestros y la presencia de carteles narcodelincuenciales ha devenido en una creciente autocensura, pero también en censura directa.

Dieciséis periodistas de esta provincia fueron encuestados por el equipo de investigación de la Fundación Periodistas Sin Cadenas y ocho de ellos fueron entrevistados a profundidad para entender cómo se desarrolla la labor de la prensa ante estas adversidades.

Algunos factores que ya se habían instalado en la dinámica de trabajo de las y los periodistas de Santa Elena hace muchos años sirvieron de caldo de cultivo de lo que hoy podría calificarse, de acuerdo con los testimonios recabados, como una etapa de sometimiento absoluto.

Uno de los factores de fondo que se repite en varias provincias de Ecuador es la precariedad laboral. Los ínfimos salarios con los que deben sobrevivir las personas periodistas alimentan condiciones de impunidad ante el avance de la ilegalidad. Así mismo, las presiones de parte de la clase política bloquean todo intento de investigar asuntos de interés público. Los llamados tarrineros de Santa Elena son consecuencia de estos fenómenos, como se detalla en el presente informe, sobre la base de testimonios y datos recogidos.

Cubrir temas relacionados con narcotráfico y crimen organizado en Santa Elena se ha convertido en una aventura mortal. La ubicación geográfica de esta provincia la hace proclive al mal uso de puertos y playas y la vuelve susceptible de caer en las estrategias del crimen organizado para corromper a agentes estatales con el propósito de garantizar el funcionamiento del mercado de la droga.

Así, los puertos pesqueros son considerados santuarios del crimen organizado, pues resulta casi imposible realizar coberturas periodísticas en estos sitios y en sus inmediaciones. Las amenazas y extorsiones son frecuentes. Las balaceras por la disputa del territorio se han convertido en materia prima para el trabajo de un periodismo que, no obstante, no cuenta con protección física ni respaldo financiero.

La empresa privada ha dejado espacios libres al sector público para que monopolice la pauta publicitaria en medios de comunicación. Este fenómeno ha alimentado la intromisión por parte de las autoridades de turno en las líneas editoriales de los medios. De este modo ha sido capturada la libertad para ejercer el periodismo, la transparencia y la credibilidad de muchas personas periodistas.

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Periodistas Sin Cadenas