La prensa en Azuay se debilita y podría silenciarse

24.09.2023

Azuay es una provincia atravesada por problemas migratorios, índices de inseguridad que se agudizan en zonas rurales afectadas por actividades extractivas relacionadas con la minería. Pero también es un territorio que vive los rezagos de la pandemia por el Covid-19.

Una ola de despidos desencadenó el cierre de varios medios impresos y el deterioro irreparable de los derechos de las y los trabajadores. En muchos casos cambiaron las modadlidades de contratación y el desamparo patronal llevó a muchas personas a lidiar ante el desempleo o el subempleo.

Desde entonces, las relaciones laborales quedaron signadas por la pérdida de beneficios legales y, a pesar de que han transucurrido más de tres años, esas dinámicas se han mantenido.

En este escenario, el periodismo azuayo se debate entre la falta de recursos, las presiones políticas y la disminución de coberturas de ciertos temas de interés público que resultan necesarios para las audiencias pero peligrosos para los equipos de investigación. Uno de ellos tiene que ver con la cárcel de Turi, uno de los principales centros penitenciarios del país y también uno de los focos de violencia más preocupantes para las autoridades y para la población de la provincia.

La Fundación Periodistas Sin Cadenas (FPSC) levantó información sobre las alarmantes condiciones económicas en las que se ejerce el oficio en esta provincia del sur de Ecuador, debido a la desaparición de algunos medios tradicionales impresos y a la emergencia de un sinnúmero de medios digitales pequeños que sobreviven a la falta de dinero, así como a la intromisión y a la presión de actores políticos y económicos.

Sin embargo, es más grave todavía el hecho de que la prensa en Azuay enfrente riesgos de censura y autocensura como resultado del creciente número de amenazas que registra por parte de ciertas autoridades del poder político o actores con intereses económicos. Este dilema suma dificultades a la incómoda dependencia de la pauta publicitaria, sobre todo en medios radiales, y a la atomización gremial, que podría erigirse como una de las consecuencias más evidentes de esta acumulación de problemas.

El equipo de investigación de la FPSC también logró recabar información sobre las constantes denuncias de acoso laboral y sexual en ciertos espacios de trabajo, así como de casos en los que la discriminación por género se ha convertido en una nueva amenaza.  

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Periodistas Sin Cadenas