La prensa en Sucumbíos, bajo presión estatal y amenazas criminales
Sucumbíos enfrenta crecientes niveles de violencia debido a la falta de presencia estatal. El periodismo que cubre este territorio muestra una elevada tendencia al silenciamiento por parte de poderes ilegales y autoridades públicas.
24.07.2023
Durante los últimos años, la provincia amazónica de Sucumbíos se ha convertido en un nuevo centro de acción de grupos delincuenciales. El aumento en los índices de violencia la ubica entre las más peligrosas del país.
El equipo de investigación de la Fundación Periodistas Sin Cadenas, como parte de su proyecto Periferias, recopiló información acerca de los mecanismos instaurados en este territorio fronterizo para el ejercicio del periodismo que cubre hechos violentos, actos de corrupción, inseguridad y crimen organizado. Los resultados evidencian una alarmante intromisión de instituciones estatales como la Fiscalía General del Estado o la Policía Nacional en el trabajo periodístico.
Además, son constantes las presiones e intromisiones de autoridades locales, con quienes se ha vuelto habitual la negociación de pauta publicitaria a cambio de promoción de su gestión. Esta práctica mina la independencia del ejercicio periodístico en toda la provincia.
Los altos niveles de riesgo que enfrentan las y los periodistas en Sucumbíos devienen en censura de parte de agentes fiscales y policías, pero también en prácticas de autocensura, luego de que se han registrado ya varias amenazas y hechos violentos en contra de comunicadores.
Es importante destacar que Sucumbíos, provincia vecina de Colombia y en la que se sitúa gran parte de la infraestructura petrolera del país, registra un preocupante fenómeno de bloqueo de información pública por parte de la estatal petrolera EP Petroecuador. Esta empresa es la responsable de la mayor cantidad de derrames de crudo y de pasivos ambientales en todo el Ecuador. Además, enfrenta una serie de investigaciones penales por casos de corrupción.
Parte de las personas entrevistadas para el levantamiento de este informe reconoce que existe una práctica sistemática de negar información u ofrecer información incompleta cuando se trata de reportar algún acontecimiento relacionado con las operaciones hidrocarburíferas en manos de la petrolera del Estado.
La prensa en Sucumbíos presenta, además, problemas similares a los que registran las otras dos provincias del cordón fronterizo norte: Esmeraldas y Carchi. Entre ellos, evidenciamos el sicariato, la extorsión y, como consecuencia, el silenciamiento progresivo de los medios y de periodistas que se dedican a la cobertura de temas relacionados con la seguridad.
La escasez de periodistas es un agente de preocupación adicional. Esto vuelve a las y los trabajadores de la comunicación un grupo aún más vulnerable por su alta visibilidad y por ser susceptibles de identificación para los autores de esas amenazas.
Por estas razones, ciertos periodistas de esta provincia han decidido dejar de cubrir la violencia para dedicar sus esfuerzos a otros temas que no les pongan en riesgo. Así restan la cobertura de asuntos coyunturales. Algunos otros, incluso, han elegido dejar el oficio e iniciar otro tipo de actividades productivas para subsistir.
La precariedad laboral y la falta de estructuras gremiales sólidas constituyen ingredientes que profundizan los problemas de la cobertura mediática en Sucumbíos y aceleran el silenciamiento de la prensa en su conjunto en una provincia que se ha transformado en parte de las rutas del tráfico ilegal de madera, especies de fauna y sobre todo, droga.
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Publicado el Investigaciones, Provincias |